Este tipo de medicinas son el camino hacia el modelo Geocéntrico. 

El rapé, el polvo de los antiguos, nos ayuda a equilibrar los hemisferios cerebrales para anclar la palabra al corazón. Nos aporta la capacidad de abrirnos a la totalidad de quienes somos, a llenar nuestras palabras de nuestra verdadera esencia. 

El kakao es la medicina del amor, te muestra con mucha claridad cuál es tu relación con el amor en la actualidad. Es una apertura de corazón increíble que te permite darte el lugar y reconocer profundamente quien eres. 

El kafé es la fuente de la continua evolución del ser humano, nos ayuda a reconocer que hay que destruir y que hay que crear para evolucionar. 

El yahé, la abuelita, te ofrece un viaje tras el cual posiblemente acabes siendo otro. Una muerte-renacimiento que en su presencia puede adquirir dimensiones mayúsculas. 

Mi forma de facilitar estos procesos es en rituales y formaciones donde hay una parte teórica, pero la parte más importante es lo que la medicina te cuenta a ti. En cada ser, cada medicina es única y te muestra cuán cerca o lejos está de formar parte de la Pachamama.