Nos recuerdan que en la profundidad de nuestras aguas internas ya brilla el código de amor incondicional a los eternos amantes de las energías sagradas.

Donde la complementariedad ha llegado al grado maximo de su alquimia, la unidad indivisible.
Oï pone al servicio la iluminación de la vulnerabilidad hasta que ésta se convierte en dos estrellas que iluminarán cada sonido, cada palabra. Ão se abre en plena confianza a recibir y ser el universo de infinito amor que contiene y permite la unicidad instantánea.
Estes dos sirenes te invitan a abrirte al brillo de su unión, en tus ojos, en tu piel, en tus palabras, en tu olor y en tu forma de tocar.